Si estás planteando divorciarte, la relación que mantienes con tu actual pareja
deberá afrontar importantes transformaciones. En el caso de tengáis hijos, es
deseable mantener una buena comunicación para preservar la relación parental
futura.
El
planteamiento contencioso se basa en una lógica llamada de suma cero: esto
quiere decir que uno gana-otro pierde. Con el fin de lograr el objetivo, que es
ganar, ambos miembros de la pareja tratarán de probar su aptitud para el cuidado
de los hijos, pero también, ocurre en muchos casos que también se trata de mostrar la ineptitud del otro para dicha tarea. Así, se puede
entrar en una dinámica de enfrentamiento que se centraría en subrayar los defectos
del otro, en buscar en el pasado todos aquellos hechos que puedan ir en contra
de esa persona. Tras un proceso de este tipo, la relación, como ya sabemos,
sale muy perjudicada, deteriorando la comunicación para cuestiones futuras.
Los
hijos pasarán por importantes cambios vitales como la adolescencia, los
estudios, horarios, y muchos otros temas para los cuales será importante poder
tratar con el otro progenitor y tener actitudes compartidas.
La
mediación tiene otra lógica: yo gano-tú ganas. Pone sus objetivos en la
relación futura para poder afrontar en un clima pacífico los futuros cambios
que acontecerán en la vida de los hijos.
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