miércoles, 14 de noviembre de 2012

¿JUICIO O MEDIACIÓN?


El abogado ha sido tradicionalmente el actor social que ha recogido nuestros conflictos.
Cuando nos vemos inmersos en un problema, puede suceder que llegue un momento en el que nos veamos incapaces de afrontarlo por nuestros medios y necesitemos la ayuda de un tercero.

Con la aparición de la ley de mediación tenemos la posibilidad de solucionar nuestros conflictos por otra vía adicional.

Os dejamos una guía para orientaros en la  elección de una u otra vía en función de las características del problema que tengáis.

PUEDE SER MEJOR ACUDIR A UN ABOGADO CUANDO:
  • El tiempo no sea un factor prioritario en la resolución del problema. El tiempo de espera para la obtención de audiencia previa es cada vez más largo debido a la falta de recursos de los juzgados y pueden existir situaciones en las que sea difícil asumir esos tiempos de espera para llegar a una solución del problema.
  • Exista la necesidad de establecer un precedente. Cuando ves que una situación tiene la probabilidad de repetirse, puede ser conveniente acudir a la vía judicial para sentar un precedente que impida que se repita la situación.
  • Exista un deseo de venganza. Ante un sentimiento de este tipo, resulta casi imposible sentarse a dialogar para lograr un acuerdo por lo que hay que acudir a la vía judicial.
  • No se quiera asumir la responsabilidad de la decisión. 
  • Exista la necesidad de demostrar la verdad. 
  • Cuando no haya probabilidad alguna de lograr un acuerdo beneficioso por la vía dialogada.
  • Se quiere arriesgar a la lotería judicial: puede haber situaciones en las merezca la pena arriesgarse por existir la posibilidad de una gran ganancia. 
  • Zonas grises en las que pueden ser varias las posibilidades de solución al conflicto. Esta situación se suele dar en las empresas en las que el responsable de llegar a un acuerdo puede tener el recelo de ser criticado dentro de su propia empresa por el acuerdo obtenido, por lo que preferirá delegar la resolución del mismo a un juez.
Puede ser mejor acudir a un mediador por los siguientes motivos:
  • Inexistencia de riesgos procesales. Muchos juicios se ven frustrados por no poder cumplir con un plazo procesal o por defectos de forma de muchos tipos.
  • Se quieran amparar los intereses de todas las partes, incluidos intereses de tipo trascendente. El ámbito jurídico solo atiende intereses con soporte legal o contractual. Además, la solución judicial suele ser taxativa en el sentido de otorgar la razón a una parte negándosela a la otra. La mediación puede permitir soluciones más completas que satisfagan diferentes intereses de las partes.
  • Nos interese mantener una relación con la otra parte. Muchos conflictos se dan entre partes a las que les puede interesar mantener una relación ya que esta va a perdurar; con familiares, relación contractual de alquiler o mantenimiento, etc. La mediación nos permite mantener y, a menudo, mejorar la relación.
  • Los conflictos no estén amparados por un marco legal o contractual. Aquí se encuentran infinidad de situaciones como pueden ser muchos de nuestros conflictos familiares y vecinales. Por ejemplo, con la actual ley del divorcio solo puede solicitarse una modificación de medidas cuando se produce un cambio sustancial en las condiciones como puede ser quedarse sin empleo. Pero los cambios producidos en las circunstancias de los menores a lo largo de su desarrollo o pequeños problemas o imprevistos que pueden surgir al llevar al cabo la aplicación de los términos de la sentencia pueden hacer necesario negociar nuevas condiciones para afrontar estas situaciones.
  • Para solucionar asuntos que no quiero llevar a juicio.
  • Para ser más creativo en la búsqueda de soluciones. Siempre se suele poner un ejemplo que ayuda a entender este punto. Dos personas están discutiendo ya que ambas quieren quedarse con una naranja. Cuando se reúnen para tratar de tomar una decisión, se dan cuenta de que una quiere la naranja para hacer un zumo y la otra la quiere para hacer una mermelada. Al tratarse de intereses diferentes y compatibles, llegan a un acuerdo que les permite con la misma naranja satisfacer los intereses de los dos.
Espero que esta pequeña guía te ayude a poder tener una idea clara de cuando puede ser más conveniente acudir a una u otra vía. Pero en el caso de que tengas alguna duda, contestaré a la misma a través del correo duomediacion@gmail.com.

Nota: Artículo basado en la clasificación elaborada por Christian Lamm.

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